En filosofía se habla de la importancia de dos hipótesis filosóficas en la investigación biomédica y el ejercicio de la medicina: el materialismo y el sistemismo. Sin materialismo caeríamos en el chamanismo, y sin sistemismo, trataríamos a cada parte del cuerpo independientemente de las demás partes.
Pero el sistemismo y el realismo no bastan: también hay que practicar el cientificismo. Esta es la regla filosófica según la cual, toda exploración debiera conducirse a la luz del método científico, ya que es el único que nos protege del dogmatismo. Este último es característico de las escuelas filosóficas más influyentes en la actualidad: tomismo, marxismo, positivismo, hermenéutica, fenomenología y existencialismo. Estas escuelas no progresan ni dejan progresar. Por algo los miembros de todas ellas, tanto los de izquierda como los de derecha, combaten al cientificismo.
El médico que se aferre a una posición dogmática se quedará atrás y constituirá un peligro para la salud pública. Para ayudar a vivir hace falta una filosofía viva, que se renueve a medida que progresen todas las ramas del conocimiento.

No hay comentarios:
Publicar un comentario